Imagina que estás en un lugar calentito, con música suave, luz tenue, un leve balanceo, olores agradables… De repente, te sacan a una habitación fría, con luces brillantes, ruido y voces altas… ¡Qué susto! ¿Verdad? ¿No querrías volver donde estabas antes?
Esto les ocurre a los bebés cuando nacen y pasan de un lugar conocido donde se sienten a gusto y seguros, al mundo exterior, donde todo es nuevo y chocante. ¿Qué hacer para calmarle y para que su adaptación sea más fácil? Contacto piel con piel con la madre.
Contacto piel con piel: bueno para el bebé y para la madre
El contacto piel con piel entre la madre y el bebé es tan positivo que no solo debe hacerse tras un parto normal, también debe realizarse tras un parto complicado o una cesárea. Incluso podríamos decir que en estos casos es casi más importante, ya que el bebé puede nacer estresado, agitado o asustado, y donde mejor conseguirá autorregularse será al lado de mamá.
Beneficios del contacto piel con piel para el recién nacido
La temperatura del pecho materno le ayudará a regular la suya, oirá el latido del corazón que le ha acompañado durante 9 meses, percibirá el olor del calostro. (muy similar al del líquido amniótico), se sentirá seguro abrazado por su madre y su adaptación al nuevo mundo será más progresiva.
Además, encima de su mami y gracias al buen funcionamiento de sus reflejos, empezará a acercarse al pecho, para finalmente agarrarse y hacer la primera toma de leche (calostro en realidad). La mayoría de los bebés lo consiguen en los primeros 70 minutos, pero algunos tardan un poco más.
Por eso los expertos recomiendan el contacto piel con piel inmediato tras el nacimiento e ininterrumpido durante, al menos, las primeras dos horas de vida. Los cuidados iniciales, como el test de Apgar y la identificación madre-bebé, se pueden llevar a cabo con el recién nacido pegado a su madre. El resto de cuidados, como el peso, la profilaxis ocular o el vestido, pueden esperar.
Beneficios del contacto piel con piel para la madre
Los beneficios del contacto piel con piel no son solo para el recién nacido. Como ya hemos comentado anteriormente también favorece la lactancia materna, ya que ayuda a que se inicie de manera precoz, y facilita un enganche perfecto al pecho.
Además, tiene ventajas para la madre, como una mayor secreción de oxitocina, que facilitará la contracción del útero para disminuir así el sangrado, y ayuda al inicio del vínculo entre los dos. Esto hace que sea importante promover aún más el contacto piel con piel en los casos en los que el bebé tome biberón.
Por todas estas ventajas no solo se recomienda el contacto piel con piel las primeras 2 horas tras el nacimiento, sino que se aconseja mantenerlo al menos 48 horas, y todo lo posible durante la primera (o primeras) semanas. Así la mamá aprenderá a reconocer en seguida las necesidades del bebé (es como si se ‘sintonizaran‘) y podrá responder a ellas sin retraso; por su parte, el niño se sentirá seguro, calentito y tendrá acceso al pecho siempre que lo necesite.
La clínica Good Hope permite que esto sea así. ¡Toda una experiencia que ninguno de los dos olvidará!