Quedarnos en casa puede ser un gran reto para algunos, pero también puede convertirse en una oportunidad de mejorar la manera en que nos alimentamos y ser eficientes a la hora de aprovechar lo que tenemos en la cocina.
Entonces, ¿qué debo comer, si solo debo salir cuando se necesario?, ¿cómo evito que la comida se malogre? Para resolver estas dudaste brindamos algunos consejos para mejorar la dieta y evitar que la comida se eche a perder.
¿Qué debo comer?
Lo primero es cómo mantener una dieta balanceada. Esta consta de todos los grupos de alimentos: alimentos constructores, donde se encuentran los, lácteos, menestras y algunos cereales; alimentos energéticos como el trigo, arroz, maíz, tubérculos, panes, galletas, etc. que, como dice su nombre, nos brindan la energía necesaria para desarrollar todas nuestras actividades. Por último, los alimentos reguladores son todas las frutas y verduras, siendo los más importantes.
Por ello, comer sano no significa dejar de comer harinas o carbohidratos, sino balancear correctamente nuestros alimentos. Además, es fundamental el consumo de agua, ya que este es el componente más abundante en nuestro cuerpo.
¿Qué alimentos puedo comprar y almacenar?
Si compramos en cantidad corremos el riesgo de perder nuestra comida por no saber almacenarla, por lo que es importante identificar los alimentos no perecederos (alimentos envasados) y los perecederos (frutas, verduras, lácteos, etc.)
Con este último grupo, debemos tener en cuenta lo siguiente:
- Comprar algunas frutas maduras y otras en proceso de maduración para que pueda resistir algunos días más y así evitar salir a comprar. Haz una lista de las que son de preferencia en la familia y recuerda incluir siempre una que sea fuente de Vitamina C como la naranja, mandarina, kiwi.
- Ten cuidado con los alimentos que contengan agua ya que estos se malograrán más rápido. Considera que lo recomendable es que cada miembro consuma dos porciones al día. Intenta mezclar vegetales de por lo menos dos colores.
- Separa y congela la carne una vez que la compres. La refrigeración ayuda a la conservación de los alimentos. También puedes hacer esto con los panes. Basta con calentarlos en horno o sartén y ¡listo!
Por último, planear las comidas de la semana para que, al momento de comprar, se compre estrictamente lo necesario. Además, seguir las normas de higiene, sin tocar los alimentos que no vayamos a comprar y, al llegar a casa, lavarlos bien y refrigerar inmediatamente.
Recuerda que, siguiendo estas indicaciones, además de proteger a nuestra familia, estamos colaborando con las medidas de las autoridades y evitando que nuestra familia, y otras, se vean afectadas por la COVID-19.