El ejemplo y la empatía para enseñar a actuar ante la discapacidad
Conocer todas las discapacidades resulta tarea compleja ya que existe un amplio abanico de éstas. Pero, detrás de toda discapacidad hay una persona a la que debemos conocer y valorar igual que a otra sin discapacidad aparente.
Para ello, los padres o familiares más cercanos juegan un papel fundamental sobre cómo actuará un niño con un compañero o amigo con discapacidad. Según la teoría de Albert Bandura, los niños aprenden por imitación, siguiendo el modelo de los padres, sobre todo en lo referente a habilidades o comportamientos sociales.
Cómo enseñar a tu hijo actuar ante la discapacidad
La familia del niño es en parte responsable de cómo actuará el pequeño ante la adversidad. Muchas veces los padres, por falta de información, tienen actuaciones negativas para que el niño pueda ver a la persona antes que a la discapacidad. Unas de las más frecuentes son:
– Apartar al niño de una persona en silla de ruedas, lo cual puede crear la sensación equivocada que la discapacidad se contagia.
– Pregunta inocente: ¿mamá, por qué va aun en cochecito? – porque está malito.
– ¡No lo toques que le puedes hacer daño! Transmitiendo los temores al niño.
Todo ello, puede ser imitado por el niño, creando así una visión equivocada de la discapacidad que afectará a los valores y convivencia entre iguales con y sin discapacidad.
Siendo obvio que un niño de 5 años no entenderá que es una tetraplejia, pero si puede aceptar que ande de otro modo distinto al él sin necesidad de convertir la diversidad funcional en una enfermedad. Igual que ven con normalidad que hay diferentes colores de piel, religiones o idiomas, los padres deben incluir en esos valores de respeto y empatía la silla de ruedas, el bastón, la lengua de signos, etc.
Cómo enseñar a los niños a respetar a otras personas con discapacidad
– Explicándoles cuentos donde aparezcan personajes con discapacidad.
– Incluyendo niños con discapacidad en sus dibujos.
– Haciendo juegos para trabajar los sentidos. Así se ve y se siente que pasa cuando no se ve, no se oye, esto fomenta empatía.
– Fomentar el juego con niños con discapacidad, compañeros de clase, amigos, vecinos como uno más.
Así pues, los padres y familiares, junto al resto de sociedad, son los mejores formadores mediante el ejemplo en materia de respeto e igualdad ante la inclusión de la discapacidad. Son los primeros que deben romper estereotipos y perjuicios, optando por la ampliación de conocimiento para dotar a los hijos de valores como el respeto y la empatía hacia la diversidad en general y la discapacidad en particular.
Fuente: Vanessa Fuentes – Licenciada en Psicología en las especialidades de clínica e intervención social, así como Técnica Superior de Integración Social, Especialista en recursos y servicios para personas con diversidad funcional.